Época: Barbarroja
Inicio: Año 1941
Fin: Año 1943


(C) Andrés Ciudad y María Josefa Iglesias



Comentario

(1) Cuando comenzó la Operación Barbarroja, el 22 de junio de 1941, Alemania lanzó al combate 154 divisiones (3.300.000 hombres en conjunto). En abril de 1942 disponía de 184 divisiones, pero estaban ligeramente por debajo de sus efectivos reglamentarios, de modo que el número de combatientes alemanes era poco mayor que el del año anterior. La contribución de los aliados de Berlín era superior en este segundo año, 52 divisiones, o sus equivalentes en 1941 y 65 divisiones en 1942.
(2) En conjunto, la dotación de armas automáticas de la infantería soviética puede considerarse al mismo nivel o, quizá, un poco inferior al de los alemanes. La artillería soviética se mostró tan buena como la alemana, aunque fue muy superior en número. Las fuerzas blindadas soviéticas contaron con un modelo de carro de gran calidad T-34 superior a los Mark III y a los Mark IV alemanes durante 1941; las mejoras introducidas en los tanques alemanes anularon las ventajas del T-34 equilibrando las calidades en 1942. La aviación alemana, aunque inferior en número a la soviética, era tecnológicamente más avanzada y estaba mucho mejor adiestrada para colaborar estrechamente con las fuerzas de tierra. Dominó los cielos soviéticos hasta diciembre de 1942. El equipo de verano de la infantería alemana puede estimarse como ligeramente mejor que el soviético (sobre todo su calzado), pero el equipo de invierno del ejército soviético era excelente, mientras que el alemán no estaba pensado para temperaturas de hasta 40° bajo cero; añádase a esto que, tanto en 1941 como en 1942, la imprevisión de Berlín juzgó que habría terminado sus campañas antes de la llegada del invierno y sus ejércitos fueron sorprendidos con equipo de verano por el tremendo invierno soviético.

(3) Los aliados alemanes contribuyeron a la campaña de 1942 con 65 divisiones: Finlandia, 18 en el frente norte, Rumania, 25, Italia, 10, Hungría, 10, además de la española División Azul y la Legión croata. El valor que el Estado Mayor alemán daba a estas divisiones era tres por dos alemanas, a causa de su inferior adiestramiento, equipo o mando. Al comenzar la ofensiva de 1942, en el frente sur había 26 divisiones de los aliados de Berlín; en julio eran 36 y cuando comenzó la ofensiva soviética del 19 de noviembre de 1942 ya eran 46 que, total o parcialmente, fueron destrozadas.

(4) El mariscal List, que mandaba el grupo de ejércitos "A", fue destruido el 10 de septiembre ante la lentitud del avance de sus ejércitos. Hitler no designó sucesor y pretendió dirigir él mismo las operaciones desde la retaguardia, dificultando mucho la coordinación del I Ejército blindado y del XVII Ejército, que componían el grupo "A".

(5) Tan fácil vio Hitler la ocupación del Cáucaso que no integró al XI Ejército (Manstein) en los ejércitos "A", tal como había prometido. De esta forma, los alemanes intentaron esta conquista con un total de 20 divisiones (15 alemanas) y sus desgastadas tropas acorazadas no sumaban más de 300 tanques operativos en septiembre.

(6) Mientras las tropas soviéticas eran empujadas por las alemanas hacia el interior del Cáucaso, las autoridades políticas movilizaron a 150.000 civiles, que en dos meses de trabajo hablan construido unos 100.000 puestos defensivos, más de 800 kilómetros de obstáculos contra la infantería y más de 1.500 kilómetros de trincheras.

(7) El grupo de ejércitos de Stalingrado, al mando del general Leremenko, agrupaba a los ejércitos que defendían la ciudad (62° y 64°), más los ejércitos 57 ° y 51 °, dos cuerpos motorizados y un cuerpo de caballería.

(8) El 19 de noviembre, el VI Ejército de Von Paulus disponía de más de 200.000 hombres, unos 150 tanques, cerca de 5.000 piezas de artillería y los aeródromos militares del grupo de Ejercitos "B" parecían esencialmente dispuestos a atacar la ciudad. Por otro lado, el IV Ejército blindado, general Hoth, retirado de Kotelnikovo para su reorganización, disponía de unos 300 tanques y se hallaba a más de 100 kilómetros de las zonas atacadas. Por tanto, las fuerzas acorazadas soviéticas no tuvieron enfrente durante los primeros días de lucha ni 200 carros de combate alemanes. La ofensiva de Vatutin y Rokossovsky contra el III Ejército rumano puso en acción más de 500 tanques, que sólo fueron obstaculizados en un primer momento por 84 blindados alemanes.

(9) La cifra de los emboscados en Stalingrado es muy controvertida. Al VI Ejército de Von Paulus se le unieron en la retirada o desbandada restos de otras unidades alemanas, rumanas y croatas y abundante personal administrativo. Su número será imposible de precisar: la mayoría de tales unidades ya nunca fueron encuadradas. Basándose en el número de raciones demandadas se ha hablado de 330.000, pero debe considerarse que el duro racionamiento obligaba a hacer trampas y aumentar ficticiamente los efectivos; otros autores disminuyen la cifra a 280.000 o, incluso, a 250.000 basándose en unidades encuadradas, pero ya se ha dicho que muchos nunca lo fueron y vivieron y murieron en la bolsa del pillaje, la caridad de los aldeanos rusos que vivían en la zona o la lástima de las unidades combatientes.

(l0) En ese acarreo de suministros se hundió, además, la Luftwaffe. Todos los medios de transporte se dirigieron hacia Stalingrado y, al ser insuficientes, muchos bombarderos fueron dedicados a este menester. Ellos fueron la presa codiciada de los cazas soviéticos (que los derribó como moscas en los momentos de aterrizaje o despegue) y de la artillería soviética, que cubría con su fuego las pistas de aterrizaje y disparaba a mansalva cada vez que se posaba un aparato. Al parecer, este suministro costó a Hitler 500 aviones. Hasta entonces sus fuerzas aéreas habían dominado el aire, poco después se hallarían en inferioridad.

(11) Las fuerzas soviéticas hablan de 600 carros, pero esa cifra era el total de los efectivos blindados de Manstein en 800 kilómetros de frente.

(12) Segunda fase de la ofensiva soviética. Vatutin embistió al VIII Ejército italiano, unos 220.000 hombres con pésimo equipo, tanto de ropa como de armas (artillería anticarro que no hacia daño a las corazas de los carros soviéticos, artillería de montaña de la Primera Guerra Mundial, y tres docenas de carros "L" -latas de sardinas-, vulnerables incluso para las ametralladoras pesadas), cubrían un frente de más de 200 kilómetros. Dos cuerpos blindados soviéticos dislocaron el frente italiano, que fue cercado o empujado a una retirada enloquecida. La mitad de sus efectivos fueron muertos, apresados o perecieron en una trágica retirada de más de 100 kilómetros a pie sobre la estepa helada.

(13) Algunos autores calculan que entre el 23 de noviembre y el 10 de enero habían muerto 140.000 alemanes dentro de la bolsa. De hecho, la intendencia general del VI Ejército calculaba el 10 de enero que necesitaba raciones para 195.000 hombres, que son 105.000 menos que las solicitadas cuarenta días antes.

(14) Los trineos rusos cruzaban el Volga helado con municiones y comida caliente para sus cabezas de puente y lo hacían incluso a la luz del día. Desde sus posiciones en el río, los alemanes les permitían libremente la circulación, pues sus municiones sólo deberían emplearse para repeler los ataques. Sin embargo, las tropas soviéticas capturaron varios miles de toneladas de munición, olvidada en aquel caos o imposible de transportar hasta el frente por falta de combustible para los vehículos.

(15) Unos 50.000 murieron en las seis primeras semanas de cautiverio a causa de su marcha a pie hacia el campo de Bektoffka (64 kilómetros al sur de Stalingrado), del hambre o de una epidemia. Este dato ha sido esgrimido contra la URSS, pero, aparte del odio soviético contra los alemanes, debe tenerse en cuenta que los rusos estaban en plena ofensiva hacia el oeste y que, por tanto, todos sus medios de transporte estaban superempleados, que el propio ejército ruso pasaba hambre, pese a la frugalidad de sus soldados y que la mayoría de los prisioneros estaban sumamente débiles en el momento de la rendición.

(16) Los autores no se ponen de acuerdo en estas cifras dado el caos reinante aquellos días en el bando alemán y el que luego se produjo en !os archivos de algunos implicados (Rumania y Hungría). Miles de hombres murieron o desaparecieron sin que quedase constancia en lugar alguno. Miles de cadáveres se pudrían sobre los campos de batalla al llegar la primavera de 1943 y fueron enterrados por los campesinos soviéticos, etcétera.

Ciñéndose a Stalingrado y su frente podría estimarse:

- Ataque alemán que concluye con el cerco de la ciudad y luchas en ésta durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Bajas alemanas, 210.000 hombres (90.000 muertos); bajas soviéticas, 250.000 (140.000 muertos)

- Ataques soviéticos de noviembre-diciembre de 1942 y contraataques de Manstein. Bajas alemanas, 60.000 (20.000 muertos); aliados alemanes, bajas 400.000 (100.000 muertos); bajas soviéticas, 140.000 (60.000 muertos).

- Bolsa de Stalingrado (23 de noviembre de 1942-3 de febrero de 1943). Bajas alemanas y aliadas: 300.000 (150.000 muertos); bajas soviéticas: 100.000 (40.000 muertos).

El total resulta aterrador: 1.470.000 hombres murieron, desaparecieron, fueron heridos o quedaron prisioneros. De ellos, unos 600.000 perdieron la vida. Los autores manejan cifras dispares, que difieren de éstas en más-menos 200.000 para las bajas y en más-menos 100.000 para los muertos. Incluso hay quien, contabilizando las bajas producidas entre la población civil, eleva las bajas a casi dos millones de personas e, incluyendo a los prisioneros muertos en los campos de concentración, habla de que un millón de seres perdieron la vida.